Y aunque estaba claro que un derivado de la ley de Murphy iba a actuar (mientras esté la cámara grabando no me subiré en condiciones a la tabla) conseguí incorporarme repetidas veces y disfrutar de algunas de las increibles olas de Jacó =)
Y orgullosa de mis primeros pinitos en el surf (y más orgullosa aún de mis grandiosas caidas) terminamos así el fin de semana, agotados, quemados y muy muy satisfechos.
Y aunque quizá no pudimos disfrutar de demasido tiempo juntos, muchisimas gracias a Jesse y Ángel, grandes compañeros de mochila.
Y que sea por muchas más ocasiones =)
Qué envidia en la playita, y qué bonito parece todo el país, a ver si podemos ir a comprobarlo un día, je je.
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